domingo, 11 de noviembre de 2007

Arquímedes Yáñez: Capítulo primero

La lluvia caía sobre mis hombros. En la herida cabían dos dedos.

¿Quién coños decidió que debería ser así?. Ese cabrón al menos se llevó su merecido. No la volverá a tocar nunca más. Los de la ambulancia tardan en llegar, no se toman prisas cuando les llaman desde este barrio. Mírala, su carita amoratada, sus piernas largas como un domingo sin fútbol y esas dos tetas colocadas con calibre. La peor condena que puede existir para una mujer en estos tiempos es ser tan bonita y nacer aquí. La mierda que antes corría por las calles ahora corre por las venas de hijos de puta como él. Suenan disparos en la calle, cada vez respiro peor. En el cine no mueren los héroes, les dan medallas y se follan a la tía buena de turno. En mi peli ella muere y yo probablemente. Novato...eso es lo que soy un puto novato. Cualquiera le habría pegado un tiro antes de que la matara a hostias. Quizás me merezca morir sobre esta mugrienta moqueta. ¿Quién me mandará a mí joder?.

Se abrió la puerta.

- Es usted el agente Yáñez ¿Qué le ha ocurrido?-dijo un fulano con un chubasquero de hincha del Cádiz.
- El pulmón joder, daos prisa matasanos, no respiro.
- Tranquilícese, vamos a ayudarle-la mujer estaba buena, siempre conozco a las mujeres guapas en situaciones comprometidas.

Desperté en el hospital, calentito, bueno, todo lo calentito que se puede estar con uno de esos batines que te dejan con el culo al aire. Como el cuerpo de policía. Salía en el periódico, en sucesos, bueno yo concretamente no, salía un tal A.Y. del que se decía que "recientemente incorporado al cuerpo de la Policía Nacional, fue herido por un traficante al que tuvo que abatir de un disparo para defender su propia vida. En estos momentos el agente A.Y. se encuentra en buen estado en el Hospital Universitario".

-"Buen estado", ¿qué coño sabrán los periodistas?
- Esos son peores que los tritones-dijo mi compañero de habitación, el cual sostenía entre sus manos la revista "Trofeo Pesca".
-Usted por qué está aquí-pregunté, es agradable conocer a quien te ve con el culo al aire y un suero clavado en el antebrazo.
-Me operaron ayer de la vesícula, usted es el policía ¿no?.
-Eso me han dicho.
-Tuviste cojones salao, vas a ser un buen policía, los cojones son muy importantes en esta vida.
- Me alegro de que sigan en su sitio- la sinceridad es mi fuerte.

Recibí el alta aquella tarde. Volví a casa. Lucas ladró con resentimiento, a los perros no les gusta sentirse solos. Debo de ser uno.


Arquímedes Yáñez, 3 marzo de 2087

Sin título

Cabizbajo, domingo sin resaca
me aparto de lo que parezca iglesia
crucifijo, medialuna o taberna
me escapo de mí, me tiro en la cama

Resquebrajo versos viejos, los quemo
en su calor se acorta el invierno
busco respuestas para mis preguntas
compro unos libros de autoayuda

No me salvará esta noche el cientodoce
ni el palpitar de trompetas de vinilo
ni la cafetera de luto con su ruido

Ni el café irlandés con sus vivos olores
ni siquiera la radio con sus goles
sólo borrarme tu saliva porque has huido.

domingo, 4 de noviembre de 2007

Para escritores y secundarios

Dedicado especialmente a mariano un gran relator, novelista y proseta:

¿Quién puede frenar la tinta de mi boli?
cuando huye vanamente, cuando se desparrama
no para ante nadie y nunca respeta a nada
gorgotea por la punta como de cuchara ali-oli

y mis dedos precisos la guían, la engañan
para que cuadren y tengan sentido las palabras
sin pretender levantar un único sentimiento
también se siente algo de una patada en los huevos

sólo se frena cuando laten mis arterias
taquicárdicas bier repartidas entre tus piernas
en mis sueños, en la cafetería o en la calle

para después arrancar si trato de olvidarte
como barras de carbono o seguro de escopeta
que evitan que huyas de mí, que te pierda...

Para balleneras y bajabraguetas

Ancla las palabras en el puerto
que yo quedé barado hace tiempo
no hagas el ridículo del capitán
que se obsesiona con faenar

en busca de ballenas perladas
atragantado con humo de pipa
tú, ahórrate esas dos palabras
que usas de cebo para sonrisas

Nunca fueron tan reales como Moby
como las penas que trago con chanfaina
en barras de bar con unas cañas

no trates de buscarle explicación
¿un solitario?lo sé no tengo perdón
por sacarte de cuajo las legañas